lunes, 19 de diciembre de 2011

« The artist »






























 




 











 






 
Premios 2011:

- Oscar
     Mejor película
     Mejor director
     Mejor actor Jean Dujardin
     Mejor banda sonora
     Mejor vestuario
    

- Globos de oro
     Mejor película comedia/musical
     Mejor director
     Mejor actor Jean Dujardin
     Mejor banda sonora

-BAFTA
     Mejor película
     Mejor director
     Mejor actor Jean Dujardin
     Mejor guión original
     Mejor banda sonora
     Mejor fotografía
     Mejor vestuario


- Premios César
     Mejor película
     Mejor director
     Mejor actriz Bérénice Bejo
     Mejor fotografía
     Mejor banda sonora
     Mejor diseño de producción

- Festival de Cannes
     Mejor actor Jean Dujardin

 

viernes, 16 de diciembre de 2011

« Dos mujeres »

La ciociara
1960 

Director Vittorio De Sica

Guión Cesare Zavattini & Vittorio De Sica (Novela: Alberto Moravia)
Música Armando Trovajoli
Fotografía Gábor Pogány
Duración 100 min

Reparto
Sophia Loren, Jean Paul Belmondo, Raf Vallone, Eleanora Brown


Año 1943. Italia durante los nueve meses de ocupación alemana. Cesira es una mujer que vive en Roma con su hija Rosetta, una adolescente de 13 años. Ante el avance de la guerra, decide huir de la capital y refugiarse en casa de unos parientes, en los montes de Ciociaria, donde es recibida con gran entusiasmo. La vida discurre serena lejos del frente. La bella Cesira conoce a Michele, un joven intelectual que quiere ser partisano y que, enamorado de ella, intenta atraerla a la causa de la libertad.



Ocurra lo que ocurra, hay que seguir hacia delante, es decir, hay que sobrevivir. No dejar que nada ni nadie nos paralice y continuar. Seguir viviendo.

El director italiano Vitorio De Sica, basándose en la novela de Alberto Moravia –al igual que en  El limpiabotas (1946)- nos muestra un relato cargado de dureza. Una dureza originada por la destrucción que la guerra provoca no sólo en las ciudades sino en el ser humano. Cómo en unos tiempos difíciles, unos se aprovechan de otros, de los más indefensos. Se trata de una película dura de principio a fin, pero el final es de esos que te ponen un nudo en la garganta y no logras quitártelos de cabeza en mucho tiempo.


Dos mujeres es, en definitiva, una: Sophia Loren. ¡Impresionante! Ella es una madre coraje que busca poder encontrar una vida para su hija y para ella lejos de la triste realidad que las rodea. Sophia Loren destaca sobre todo lo demás. Una interpretación desgarradora en la que se identifica muy claramente esa forma de ser de las mujeres italianas: voz potente acompañada de múltiples gestos con las manos y una cara muy expresiva en la que descubrimos sus miedos, su rabia, su dolor y su amor.


Producida por Carlo Ponti, marido de Sophia Loren, esta grandísima interpretación le valió el Oscar a la Mejor Actriz convirtiéndose además en la primera persona que obtuvo este galardón por una película en la que no se hablaba en inglés. Ha logrado un total de 22 premios por su actuación. A partir de este momento, comenzó su carrera en EEUU con El Cid (1961), donde adquirió fama mundial pero sin dejar de lado el cine italiano.


Del resto del reparto destaca Jean Paul Belmondo, al comienzo de su carrera, que interpreta a un tipo de personaje muy alejado de aquel que le llevaría a la fama. Aquí es un joven intelectual idealista y soñador. También interviene Raf Vallone, aunque en un papel muy corto.  

El Neorealismo, una vez más, nos muestra una vida real que, en ocasiones, es cruel, y tiene consecuencias pero a pesar de ello hay que seguir e intentar encontrar una vida real, pero mejor.

jueves, 8 de diciembre de 2011

« Una mujer es una mujer »

Una mujer es una mujer
Une femme est une femme
1961
Director Jean-Luc Godard
Guión Jean-Luc Godard
Música Michel Legrand
Fotografía Raoul Coutard
Duración 85 min.

Reparto
Anna Karina, Jean Paul Belmondo, Jean-Claude Brialy
 
Una stripper quiere tener un bebé. Sin embargo, no consigue convencer a su novio, razón por la cual decide entonces pedir ayuda a su mejor amigo...



Una mujer es una mujer, eso es cierto, pero hay mujeres y mujeres. El director y también guionista Jean-Luc Godard, pretende mostrarnos que cuando una mujer se propone algo, lo consigue, y además hace creer al hombre que ha sido él el que ha tomado la decisión. Para ello, la mujer utiliza todo aquello que se asocia con la feminidad o mejor dicho a las armas de mujer: coquetería, celos, enfados, lágrimas, pucheros, caprichos, enredos… que sus dos pretendientes sufren día a día y que da lugar a situaciones y diálogos un poco surrealistas, y por ello, originales e ingeniosos.


No me gusta demasiado cómo se refleja a la mujer en la película. Esta mujer, no sólo es caprichosa sino que parece una persona superflua y sin demasiadas luces, que quiere llevar a la realidad un capricho, aquí y ahora. Pero no un capricho cualquiera, no, sino el de la maternidad, para el que no parece tener madurez suficiente. Según Jean-Luc Godard, este parece ser el único objetivo de esta mujer. Sólo uno. Con esto quiero decir que aunque son los años 60, al tratarse de la Nouvelle Vague, más moderna y libre, es chocante que el único fin de la mujer sea el que había sido hasta entonces.


Todo gira en torno a Ángela, interpretada por la entonces debutante actriz, y pareja del director, Anna Karina. Todo en ella resulta atractivo. Es una mujer sensual y muy atractiva que gracias al colorido vestuario que utiliza, a juego con sus ojos y sus labios, nos sentimos incapaces de apartar los ojos de ella. Viste básicamente dos colores muy vivos: el rojo y el azul. Estos colores destacan sobre todo en el apartamento de paredes blancas o entre la gente en las calles de un frío y grisáceo París. Su debut fue todo un éxito. En el Festival de Berlín recibió el premio a la mejor actriz 'por reunir cualidades inusuales en una debutante'.


El trío protagonista, es decir el menage a trois, lo completan el novio, Jean-Claude Brialy y el aspirante a serlo, un jovencísimo Jean Paul Belmondo. Cada uno, junto con Anna Karina, logran dar vida a secuencias que son realmente memorables (y otras ridículas) como puede ser el juego de los libros y la lámpara, que me ha gustado especialmente.

 
La música está muy presente en todo el metraje. Acompaña las conversaciones de los personajes, sobre todo al principio, de forma que parezca que canten más que hablen. Otros momentos presentan una ausencia total de música mientras que otras veces, la música o los sonidos intentan intensificar algún gesto del que está hablando. Una preciosa canción de Charles Aznavour, "Tu t'laisses aller", sustituye a todo un diálogo entre Anna Karina y Belmondo, dando lugar a unos planos llenos de gestos y miradas en los que no hacen falta las palabras. 

Se encuentran guiños al cine francés cuando se mencionan Al final de la escapada (1960) del propio Jean-Luc Godard o la pequeña conversación, por así decirlo, entre el personaje de Belmondo y la actriz Jeanne Moreau, en un café, acerca del rodaje de Jules y Jim (1961) de Truffaut.


Señor Godard, como usted, no sé si esto es una comedia o una tragedia, pero desde luego no es una obra maestra como usted se atreve a afirmar con descaro. Es algo diferente, nuevo, descarado y atrevido, eso sí. Es lo que se conoce como la Nouvelle Vague.

Premio especial del Jurado del Festival de Berlín a Una mujer es una mujer, por su originalidad, juventud, atrevimiento e impertinencia.