sábado, 24 de septiembre de 2011

« El gran carnaval »

Ace in the Hole
1951
Director Billy Wilder
Guión Billy Wilder, Lesser Samuels, Walter Newman
Música Hugo Friedhofer
Fotografía Charles Lang Jr.
Reparto Kirk Douglas, Jan Sterling, Robert Arthur, Porter Hall, Frank Cady, Richard Benedict, Ray Teal, Lewis Martin, John Berkes, Frances Dominguez, Gene Evans, Harry Harvey, Frank Jaquet
Duración: 111 minutos.



Charles Tatum es un periodista sin escrúpulos que atraviesa una mala racha a causa de su adicción al alcohol, razón por la que se ha visto obligado a trabajar en un pequeño diario de Nuevo México. Cuando un minero indio se queda atrapado en un túnel, Tatum ve la oportunidad de volver a triunfar en el mundo del periodismo. Entonces, en connivencia con el sheriff del pueblo, no sólo convierte el caso en un espectáculo, sino que, además, retrasa cuanto puede el rescate.



Pocas veces el título en español es acertado a pesar de no tener la menor relación con el título original. Esta vez sí lo es. De la ambición de un periodista sin escrúpulos y con el afán de éxito, un lamentable accidente se convierte en un gran carnaval.

Esta es otra genialidad del gran Billy Wilder, que esta vez se aleja de la comedia para mostrarnos de una forma clara, descarada y crítica el mundo del periodismo –trabajo que ejerció el propio Wilder en su juventud. En esta línea volvería a entrar otra vez años después con la genial Primera Plana (1974). En El gran carnaval, Wilder –esta vez sin su habitual co-guionista I.A.L. Diamond- junto con Lesser Samuels (No way out, 1950), Walter Newman (The Man With the Golden Arm, 1955) refleja el egoísmo y la crueldad en su máxima expresión y sin dar un respiro al espectador. Para ello, utiliza el contraste entre los que están sufriendo realmente frente a aquellos que no ven el sufrimiento, sino la noticia en la primera página de los periódicos.


El periodista, Chuck Tatum, es Kirk Douglas, al que esta vez no tenemos demasiada simpatía, que impone una gran fuerza y pasión a su personaje, que es algo que me ha gustado mucho. Su ambición está por encima de todo. A veces incluso llegamos a pensar que en algún momento se dará cuenta de que su noticia se basa en un hombre moribundo atrapado en una mina, pero como él mismo dice en cierto momento, cuanto más dramática sea la historia, más capta la atención de la sociedad. Las malas noticias son las que venden.


El hombre atrapado en la mina, Leo (Richard Menedict), regenta un bar-gasolinera en medio de la nada. Es una buena persona que confía plenamente en todo lo que el periodista de dice. En el exterior lo esperan un padre anciano y preocupado que no se separa de la entrada de la mina, una madre triste que está continuamente rezando, y una esposa, Lorraine (Jan Sterling), mujer amargada y antigua bailarina en Nueva York a la que Leo adora sin saber realmente que ella sólo quiere abandonarlo sin importarle si logrará salir o no de la mina.

Lorraine intenta huir pero Tatum la hace desistir al convencerla diciéndole que el suceso atraerá a curiosos de todas partes que harán que el bar tenga muchas ganancias. Y así es. El lugar se convierte en un gran carnaval.

Al margen de la crítica al periodismo sensacionalista, también vemos una crítica política y la corrupción de aquellos que sólo ambicionan el éxito, el dinero y el poder. Esto viene reflejado en el personaje del sheriff (Ray Teal), que busca la reelección y presiona al capataz (Frank Jacquet)ofreciéndole futuros trabajos sin no se da demasiada prisa en sacar de la mina a Leo.


En su estreno, El gran carnaval no tuvo buena acogida en EEUU -sí en Europa- debido a que la prensa y los lectores de entonces se vieron reflejados en ella (a día de hoy, el tema sigue siendo actual ¿o no?). Se dijo que Billy Wilder debería ser deportado. La Paramount, realizó cambios e incluso le cambió el título de Ace in the hole a The big carnaval, pero aún así, la película no llegó a funcionar. En Europa se la definió como el ejemplo más brillante del cine norteamericano, y recibió el León de Oro en el Festival de Venecia.


Para Wilder, el malo de la película era el público, que son los que realmente alimentan este tipo de noticias, y justificó así es fracaso de la película.

Genial, cruel y real. Otra gran película de Billy Wilder.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

« La strada »

La strada
1954 
Director Federico Fellini
Guión Tullio Pinelli & Federico Fellini
Música Nino Rota
Reparto Giulietta Masina, Anthony Quinn, Richard Basehart, Aldo Silvani, Marcella Rovere
Duración 103 minutos.

Cuando Zampanó, un artista ambulante, enviuda, compra a Gelsomina, la hermana de su mujer, sin que la madre de la chica oponga la menor resistencia. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida nómada, siempre en la calle, sobre todo cuando su dueño la incluye en el espectáculo. Aunque varios de los pintorescos personajes que va conociendo en su deambular le proponen que se una a ellos, Gelsomina se mantendrá fiel a Zampanó hasta las últimas consecuencias.

El director, Federico Fellini, nos presenta una historia agridulce de personajes solitarios y opuestos en una Italia de postguerra que sin embargo tienen en común la soledad, la miseria y el no encontrar su lugar en el mundo. Se trata de una obra clave dentro del neorrealismo italiano, que logró en 1954 el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa. 

Sin ninguna duda, lo que realmente brilla en esta película es ese personaje magníficamente interpretado por Giulieta Masina llamado Gelsomina. Gelsomina es la personificación de la inocencia y la ingenuidad tras una mirada infantil y aspecto menudo y pizpireto. Su interpretación nos sobrecoge y nos deja con el corazón encogido. ¡¡Maravillosa Giulieta!! 


A otro lado tenemos al cruel y egoísta forzudo artista ambulante Zampanó, interpretado por Anthony Quinn. Desde el momento en el que compra a Gelsomina a su familia nos damos cuenta de cómo es este personaje. Zampanó enseña la realidad de la vida a Gelsomina, sin miramientos. Es un hombre rudo cyuas intenciones son utilizarla para su propio beneficio y a pesar de ello, y de sus malos modos, Gelsomina se mantiene siempre fiel a él. 


Gelsomina va saliendo de su mundo de cuento de hadas para darse de golpe con la dura realidad de una vida en la calle. Una strada llena de miseria, que durante unos momentos en el circo se vuelve alegría.

Extraordinaria es la bella fotografía en blanco y negro de Otello Martelli – con quien años después también trabajaría en La dolce vita, 1960- , que es un retrato realista y sórdido de la época.



Pero sobre todo es necesario destacar su banda sonora, compuesta por el siempre brillante Nino Rota. La música de Nino Rota es la guinda indiscutible de las películas de Fellini. Absolutamente maravilloso y conmovedor es el sólo de trompeta que Gelsomina interpreta mientras parece perderse en su propio mundo interior tan diferente al que en realidad está viviendo. 

Otro de los muchos aciertos, es el final de la película. Final que no puedo, ni quiero, desvelar pero que logra, si cabe, aumentar nuestro cariño hacia la simpática y tierna Gelsomina.




Premios:
Venecia 1954: León de Plata
Oscar 1956: Mejor película de habla no inglesa

martes, 6 de septiembre de 2011

« La piel que habito »

La piel que habito
2011
Director Pedro Almodóvar
Guión Pedro Almodóvar (Novela: Thierry Jonquet)
Música Alberto Iglesias
Fotografía José Luis Alcaine
Duración 117 min
Reparto Antonio Banderas, Elena Anaya, Marisa Paredes, Jan Cornet, Blanca Suárez, Bárbara Lennie, Eduard Fernández, Roberto Álamo, José Luis Gómez, Fernando Cayo, Susi Sánchez


Desde que su mujer sufriera quemaduras en todo el cuerpo en un accidente de coche, el doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, dedica años de estudio y experimentación a la elaboración de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla: se trata de una piel sensible a las caricias, pero que funciona como una auténtica coraza contra toda clase de agresiones, tanto externas como internas. Para poner en práctica este hallazgo es preciso carecer de escrúpulos, y Ledgard no los tiene. Pero, además, necesita una cobaya humana y un cómplice. Marilia, la mujer que lo cuidó desde niño, es su cómplice más fiel: nunca le fallará. El problema será encontrar la cobaya humana.




Después de las malísimas críticas, de las buenísimas críticas, de las malísimas opiniones, de las buenísimas opiniones, de los pro-almodovarianos y de los anti-almodovarianos, una vez más decidí comprobar por mí misma el nuevo trabajo de Pedro Almodóvar.


La piel que habito es una película redonda. Bien contada e interpretada, que no se deja nada en el tintero o a medias tintas. Que todo lo que en ella ocurre no es al azar. El tema que trata puede no ser del gusto de todos, pero Almodóvar -para mí esta vez un poco menos almodovariano- ha logrado engancharme a esta historia desde el primer minuto. Tiene el toque Almodóvar en algunos momentos en los que pretende poner un punto cómico pero que quizás esté de más. Otro momento típico en su filmografía es la aparición de su hermano durante unos minutos que no aportan nada a la historia sino que simplemente es parte de su cine.


Es una película muy arriesgada. No la puedo clasificar en un único género porque abarca varios de ellos debido a los diferentes momentos vividos por sus protagonistas y las consecuencias de todos sus actos. Para mí, es una película de sentimientos. En cada personaje hay sentimientos encontrados que van evolucionado hacia otros hasta llegar a un final que me ha gustado mucho.


Me ha sorprendido especialmente la interpretación de Antonio Banderas. En mi opinión, Banderas no es un buen actor pero esta vez me ha gustado porque creo que logra transmitir el porqué del extraño comportamiento del cirujano y los cambios que en él se van produciendo. A Marisa Paredes le sienta como un guante, especialmente por su físico, esa ama de llaves tan fiel e incondicional de su patrón.


Especial mención para la nueva chica Almodóvar, Elena Anaya, que transmite esa sensación turbadora que vive su personaje. El director se recrea en mostrarnos su rostro, su cuerpo y especialmente, su piel. Ya habíamos admirado el bello cuerpo de la actriz en Una habitación en Roma (2010), pero ahora además nos damos cuenta de su piel perfecta bajo la mirada de Almodóvar.

Como es habitual en las películas del director manchego me gustaron una vez más, los coloristas decorados, la fotografía y la genial partitura de Alberto Iglesias, donde podemos disfruta del tema 'Se me hizo fácil' interpretado por Concha Buika.


Poco más puedo comentar sin desvelar parte importante de la trama, pero sí que puedo decir que esta última película de Almodóvar, La piel que habito, me ha gustado. No es una de sus mejores películas, pero ha logrado tenerme pegada a mi butaca durante todo su metraje disfrutando de una buena historia dentro del cine español.


Premios 2011:

Premios Goya:
      Mejor actriz principal (Elena Anaya)
      Mejor actor revelación (Jan Cornet)
      Mejor música origianl (Alberto Iglesias)
      Mejor maquillaje y peluquería
[Todos los ganadores Premios Goya]

Premios BAFTA: Mejor Película de Habla no inglesa

Festival de Cannes: Premio de la Juventud.

Premios de la Crítica de Washington: Mejor película extranjera

Premio Cinematográfico José María Forqué: Mejor actriz (Elena Anaya)

viernes, 2 de septiembre de 2011

Zinéfilaz: « Avanti! »

Recargadas a tope las energías, comienzo septiembre con una nueva publicación en el blog de cine Zinéfilaz. Con las maletas, el bronceador, los mapas, el sol y, sobre todo, la evasión todavía presentes, intento con esta nueva entrada no alejarme demasiado de esos momentos tan recientes.

Es bueno comenzar siempre con una sonrisa y alguna que otra carcajada, que muy fácilmente provoca en mi el ingenio del gran Billy Wilder.

http://zinefilaz.blogspot.com/2011/09/avanti.html