El norteamericano
Paul Auster es uno de los mejores
escritores de su generación y
a mí,
personalmente, me gusta leerlo de vez en cuando así que cuando nuestra
compañera bloguera
Meg propuso el
Reto Paul Auster 2013, no me costó ningún
trabajo apuntarme puesto que como he dicho, leo a menudo a
Paul Auster.
He leído dos de sus más conocidas novelas este año: Trilogía de Nueva
York y Leviatán. La primera está considerada como una de sus mejores obras, sin
embargo creo que me ha gustado más Leviatán, cuyas primeras frases han hecho
que no pudiera dejar de leer casi de un tirón hasta la última página.
Leviatán
Paul Auster
1992
Ed. Anagrama
272 páginas
Sinopsis:
Todo comienza con un muerto anónimo: en una carretera de
Wisconsin, un día de 1990, a
un hombre le estalla una bomba en la mano y vuela en mil pedazos. Pero alguien
sabe quién era, y con el FBI pisándole los talones, Peter Aaron decide contar
su historia, dar su versión de los hechos y del personaje, antes de que la
historia y las mitologías oficiales establezcan para siempre sus falsedades o
verdades a medias como la verdad. Y así, Peter Aaron escribirá Leviatán, la
biografía de Benjamin Sachs, el muerto, también escritor y objetor de
conciencia encarcelado durante la guerra de Vietnam, desaparecido desde 1986,
autor de una novela de juventud que le convirtió fugazmente en un escritor de
culto, acaso un asesino, y angustiado agonista de un dilema contemporáneo:
¿Literatura o compromiso político? ¿Realidad o ficción?
Quienes hayan leído en alguna ocasión a este autor conocerán
la maestría de sus escritos y esa atmósfera que los rodea. El narrador, un
alter ego del propio escritor, es Peter Aaron, escritor y amigo del personaje
que desde el primero momento sabemos que ha muerto, Benjamin Sachs también
escritor desaparecido tiempo atrás.
A partir de este pequeño misterio, Peter Aaron, decide
contar la vida de su amigo y es así cómo poco a poco vamos conociendo a los
personajes que se irán pasando por la vida de ambos y que se entremezclan en la
trama. Personajes muy complejos, como es habitual en Auster.
En ningún momento el argumento flojea. Nunca deja de
interesar. Cada vez nos engancha más. Queremos saber. Queremos llegar al final.
Leviatán ha sido una de las mejores novelas que he leído y una de las que más
me ha gustado de Paul Auster.
Por suerte, y digo bien, todavía me quedan muchas de sus
novelas por descubrir.